5 instrumentos musicales que todo niño de jardín de infancia debería tener

Instrumentos musicales que todo jardín de infantes debería tener Son herramientas poderosas para el desarrollo infantil, estimulando la creatividad, la coordinación y las habilidades socioemocionales.

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La música, presente en todas las culturas, es más que entretenimiento: es un lenguaje universal que conecta, enseña y transforma.

En el contexto de la educación infantil, despierta el cerebro, fortalece la memoria y favorece la socialización.

En 2025, con la Base Curricular Común Nacional (BNCC) reforzando la importancia de la música en el campo de “Líneas, sonidos, colores y formas”, los jardines de infancia tienen la oportunidad de integrar sonidos y ritmos estratégicamente.

Este artículo explora cinco Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener, destacando sus beneficios, ejemplos prácticos y por qué son esenciales.

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¿Por qué no invertir en herramientas que moldeen mentes y corazones desde una edad temprana?

La música en la infancia es como plantar una semilla en tierra fértil: crece fuerte y da frutos durante toda la vida.

Los estudios demuestran que los niños expuestos a la música antes de los cinco años desarrollan mejor la zona frontal del cerebro, responsable del razonamiento lógico y abstracto.

Además, la musicalización fortalece la autoconfianza y la expresión emocional. Sin embargo, elegir los instrumentos adecuados requiere un equilibrio entre accesibilidad, seguridad y potencial educativo.

Vamos a sumergirnos en los cinco Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener y comprender cómo cada uno contribuye a un aprendizaje vibrante y significativo.

1. Sonajeros: El primer paso hacia el ritmo

Los sonajeros son sencillos pero potentes. Pequeños, coloridos y seguros, introducen fácilmente a bebés y niños pequeños al mundo del ritmo.

Al sostener y agitar, el niño explora la causa y el efecto, desarrollando la coordinación motora fina.

En un círculo musical, el sonajero fomenta la interacción, como en el ejemplo de una actividad en la que cada niño toca en respuesta al otro, creando un “diálogo sonoro”.

La versatilidad de los sonajeros permite utilizarlos en juegos rítmicos o incluso en manualidades con materiales reciclados, como macetas y semillas.

Esto fomenta la conciencia ambiental. Un estudio de Khan Academy destaca que los sonajeros ayudan a desarrollar la percepción auditiva desde los seis meses.

++ Cómo hacer instrumentos musicales con materiales reciclables para niños

Las escuelas pueden crear “orquestas de sonajeros” para enseñar patrones rítmicos simples y promover el trabajo en equipo.

Además, los sonajeros son asequibles y fáciles de guardar, ideales para escuelas con presupuesto limitado. Pueden usarse en canciones populares, como "Ciranda Cirandinha", para reforzar la cultura local.

Por su sencillez son perfectos para iniciarse en la musicalización, despertando la curiosidad sonora sin abrumar.

2. Tambores: El ritmo del corazón colectivo

El tambor es el alma de cualquier grupo musical infantil, aportando energía y conexión. Su sonido profundo y vibrante enseña ritmo y fortalece la sincronicidad.

Los niños que tocan tambores en círculo, como una actividad de "eco rítmico", aprenden a escuchar y responder, desarrollando empatía. La BNCC recomienda actividades que integren sonido y movimiento, y los tambores son ideales para ello.

Más allá del ritmo, los tambores estimulan la expresión emocional. Un niño puede tocarlos con fuerza para liberar energía o suavemente para crear suspense.

Ver más: ¿Cuál es la edad ideal para empezar las clases de violín para niños?

Las escuelas pueden usar bidones reciclados, como latas grandes, para promover la sostenibilidad. En un proyecto en Sorocaba, los niños crearon bidones con cubos, explorando así los sonidos y la creatividad.

La facilidad de uso del tambor lo hace inclusivo, incluso para niños con dificultades motoras. Actividades como "cuentos con música", donde el tambor marca el tono de una narración, son atractivas y entretenidas.

De esta manera, se convierte en uno de los Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener Unir e inspirar.

3. Xilófonos: La escalera hacia la melodía

Los xilófonos coloridos son puertas de entrada a la melodía, perfectos para niños de 3 a 6 años. Sus barras de metal o madera producen notas claras, enseñando conceptos musicales básicos.

Actividades como jugar a “Twinkle, Twinkle Little Star” ayudan a reconocer patrones melódicos y desarrollar la memoria.

El xilófono también mejora la coordinación ojo-mano, ya que requiere precisión al golpear las barras. Un ejemplo práctico es usarlo en juegos de "adivina la nota", donde los niños asocian colores con sonidos.

Ver también: Cómo crear una mini banda con instrumentos sencillos en casa

Los centros educativos con recursos limitados pueden optar por modelos sencillos o incluso crear versiones con tubos de PVC.

La musicalización con xilófonos fomenta la concentración. Los niños aprenden a seguir secuencias, como en una actividad de "orquesta de colores", donde cada niño toca una nota específica.

Esto refuerza la disciplina y el trabajo colectivo, convirtiendo al xilófono en uno de los Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener.

4. Panderetas: Ritmo brasileño en el aula

La pandereta, ícono de la música brasileña, aporta cultura y vitalidad a la educación infantil. Su vibrante sonido fomenta el movimiento y la expresión corporal, como en las danzas circulares.

Los niños pueden cantar sambas o marchinhas, conectándose con las raíces culturales del país.

Tocar la pandereta desarrolla la coordinación motora gruesa, ya que requiere movimientos amplios. Un ejemplo es la actividad de la "pandereta viajera", donde cada niño toca y se pasa el instrumento, fomentando la colaboración.

Las escuelas de Recife, por ejemplo, integran panderetas en las bandas de música, ampliando el repertorio cultural.

Además, la pandereta es duradera y asequible, ideal para presupuestos escolares. Puede usarse en las presentaciones de los festivales de junio, reforzando las tradiciones.

Por su versatilidad es uno de los Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener para enriquecer el aprendizaje cultural.

5. Flautas dulces: el aliento de la creatividad

La flauta dulce es un instrumento clásico que introduce a los niños a los instrumentos de viento y las melodías. Segura y ligera, enseña el control de la respiración y la armonía.

Tocar canciones sencillas, como “Cai, Cai, Balão”, ayuda a desarrollar la paciencia y la técnica.

Las flautas son excelentes para actividades grupales, como duetos, que fomentan la escucha activa.

Un proyecto en Paraguay mostró a niños creando flautas con materiales reciclados, combinando música y sostenibilidad. Las escuelas pueden adaptar esta idea utilizando tubos de PVC para reducir costos.

Aprender a tocar la flauta también fomenta la lectura musical básica, preparando a los niños para futuros estudios.

Por su impacto en el desarrollo cognitivo, la flauta dulce es uno de los Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener para inspirar la creatividad y la disciplina.

6. Instrumentos reciclados: sostenibilidad e imaginación

Además de los instrumentos tradicionales, Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener Incluya opciones recicladas como sonajeros de botellas o tambores de latas.

Estos proyectos enseñan sostenibilidad y estimulan la imaginación. Los niños crean sus propios sonidos, como una "orquesta de chatarra".

Actividades que utilizan materiales reciclables, como cajas de cartón convertidas en guitarras, promueven la conciencia ambiental.

Un ejemplo es un proyecto escolar en São Paulo, donde los niños construyeron instrumentos para una actuación. Esto fortalece la creatividad y el sentido de responsabilidad.

Estos instrumentos son asequibles e inclusivos, lo que permite la participación de todas las escuelas. Además, fomentan la experimentación sonora, como la creación de ritmos con cucharas de madera.

Por ello, se vuelven imprescindibles entre los Instrumentos musicales que todo jardín de infancia debería tener.

¿Por qué invertir en música en la educación infantil temprana?

La música no es solo arte; es ciencia y conexión humana. Los niños que tocan instrumentos desarrollan un 30% más de habilidades cognitivas antes de los cinco años, según el RCNEI.

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InstrumentoBeneficio principalEjemplo de actividadCosto promedio (2025)
TraqueteoCoordinación motoraDiálogo sonoroR$10-R$30
TamborSincronía y empatíaEco rítmicoR$50-R$100
XilófonoPercepción melódicaOrquesta coloridaR$80-R$150
PanderetaCultura y movimientoPandereta viajeraR$40-R$90
GrabadoraControl respiratorioDueto musicalR$20-R$50

La música en la infancia es como un puente que conecta el corazón con el cerebro, guiando a los niños hacia un aprendizaje más rico.

Las escuelas que priorizan estos instrumentos crean entornos donde la creatividad florece. Entonces, ¿cuál será el próximo sonido que descubrirá tu escuela?

Preguntas frecuentes

1. ¿Por qué son importantes los instrumentos musicales en la educación infantil temprana?
Estimulan el desarrollo cognitivo, motor y socioemocional, promoviendo la creatividad y la socialización, tal y como prevé la BNCC.

2. ¿Pueden las escuelas con pocos recursos adoptar estos instrumentos?
Sí, los instrumentos reciclados, como sonajeros de botellas o tambores de latas, son opciones asequibles y educativas.

3. ¿A partir de qué edad pueden los niños utilizar estos instrumentos?
A partir de los 6 meses los bebés pueden explorar sonajeros; otros instrumentos son ideales a partir de los 3 años.

4. ¿Cómo podemos evitar que los niños pierdan el interés por la música?
Utilice actividades lúdicas, como juegos rítmicos, y respete el ritmo de cada niño, evitando forzar la participación.